Entrevista a Gloria Castresana Waid

EL MUNDO DEL AUTOMÓVIL Y LA ESCRITURA DE MEMORIAS

Puente Atlántico, Otoño 2020

Por Trinidad Pardo Ballester

Puerto de la Cruz, Islas Canarias, 1965

Muchos la conocen por ser la primera mujer piloto de coches de carrera en España, por su papel estelar en la inauguración del Circuito del Jarama, por sus grandes éxitos en las pistas automovilísticas de Gran Canaria, en la Península y en EE. UU., o por su relación con la Escudería Drago y con Robert Waid. Pero Gloria Castresana Waid es mucho más que nuestra pionera en la competición de circuitos y rallies, Promotora de la Catedra de Estudios Vascos José Miguel de Barandiarán, University of California, Santa Barbara, o nuestra Primera Presidenta de ALDEEU. En esta entrevista, Gloria nos habla del mundo del automóvil y de su experiencia como escritora de memorias

Te iniciaste en la competición deportiva a través de tu recién fallecido marido, Robert Waid, de la escudería Drago y del Real Automóvil Club de Gran Canaria. La buena forma física y mental, así como el conocimiento de mecánica, de la pista y sobre todo del coche con que se compite son esenciales en la preparación de todo piloto de competición. ¿Contaba tu preparación con esos requisitos esenciales? ¿Qué destacarías de tus primeros entrenamientos?

Los primeros entrenamientos como tú dices se limitaban a echarle valor, entusiasmo, disciplina y a aprender de los errores y, por supuesto, ganas de ganar, sobre todo a los hombres por aquel entonces. Poco a poco aprendí de mecánica, obligatoriamente, para trasmitir a los mecánicos bien que fallaba, que iba mal, bien para mejorar el rendimiento del coche, bien para ajustarlo al circuito, subida en cuesta, circuito, gymkahna, etc. Pero el mecánico por excelencia era mi marido Bob (RIP), nunca he conocido a nadie que sepa de coches y mecánica tanto como él. Y Bob me recomendó desde el primer día que recorriese la pista a pie antes de cada carrera, despacio, fijándome en cada curva, recta, visión, puntos de referencia, muchos de los cuales no puedes apreciar a alta velocidad pero que puedes conservarlos en tu mente.

Gloria y Bob, Lime Rock, Connecticut, 1972

El alto riesgo forma parte del mundo del motor y con todo, el miedo a veces aparece en los pilotos de coches. ¿Conociste el miedo en alguna competición? ¿Aleja el miedo del éxito? ¿Ha contribuido tu carácter y cultura vasca a alejar esos miedos?
¿Cuál fue el momento más peligroso que viviste durante las competiciones?

Esta era una pregunta constante que se me hacía y que es fácil de contestar, aunque no se si fácil de comprender si no lo vives: una no puede conducir con miedo porque este sería el factor número uno, antes incluso que la velocidad, para matarte. Esto no quiere decir que el corazón no me subiera a la garganta en más de una ocasión, por derrape sin saber cómo lo sortearía, porque fallan los frenos, por la proximidad de otro coche que te roza y quieres esquivar pero no tienes margen de maniobra por estar rodeada de otros coches casi tocándote también, por algunos ‘caballeros’ que soportaban mal que una mujer les adelantase, en vez de estar en casa, en la cocina, como les oía decir y alguno que otro hasta me decía justo antes de la salida, y que se ensañaba conmigo durante la carrera, aunque también es cierto que eran minoría y que la mayoría o simulaban indiferencia o me apoyaban si podían.

¿Con qué coche de carreras te sentías más cómoda? ¿Fue aquel Porsche amarillo tu coche favorito durante tus años neoyorkinos? ¿Sigues prefiriendo los coches deportivos para tu transporte diario? ¿Qué tipo de equipamiento y motor buscas a la hora de adquirir un vehículo nuevo?

He tenido mucha suerte con coches, todos me encantaban y les sacaba el máximo de rendimiento: Mini Cooper, Hillman Imp, los diferentes Porsches, 911S, 914-4, 914-6, y Si el Porsche Carrera europeo original amarillo me encantaba, Lotus Elan, Lotus Europa, y otros de mi marido que yo conducía a veces. Porsche siguen siendo hoy en día mi preferido.
En mi vida diaria de los últimos diez años busco modelos semi-deportivos de gran ‘performance’, y por supuesto manual, nada de automáticos, una de las reglas de la familia con los más jóvenes, nietos y demás, cuando prenden a conducir: o manual, de marchas, ¡¡o no hay coche!!

Discutiendo con distintos pilotos el dia antes de la carrera, 1967

Pensando en el pasado y el presente del mundo del motor, particularmente, en tu propio “museo” de coches y en tu colaboración con revistas automovilísticas. ¿Qué características tienen los coches de tu colección y que uso les dais? ¿Cómo ha cambiado el mundo del motor con los coches eléctricos y solares como los Tesla o los híbridos y solares como Toyota? ¿Cuál es tu opinión del automóvil sin conductor de Google y del equipamiento del piloto automático de Tesla?

Pregunta muy complicada esta y que ni los expertos, menos una gloria pasada, pueden contestar aun con certeza. Nuestro ‘museo’ como tú le llamas, lo han compuesto Packards, Hudsons, Hispano-Suiza, Cadillacs, Studebakers, Lincoln y otros más modernos que usamos generalmente. Sus características son muy sencillas: a los hombres de la familia les encanta tener las manos llenas de grasa, los más jóvenes aprenden mucho de mecánica que también les sirve para otros menesteres, pertenecemos a diferentes Clubs de Automóviles, nos desplazamos a distintos ‘racing tracks’ con ellos, vamos a Exposiciones, donde conocemos a personajes automovilísticos variados e interesantes…. El resto de tus preguntas es más difícil, los coches eléctricos tienen problemas de los que no se habla aun, pero los tienen, también los solares, los híbridos y demás, lo cual no quiere decir que en el futuro la tecnología no logre que estos coches sean superiores, mejor, para el medio ambiente que los actuales, está por ver. Ahora bien, compra un coche, saca al hombre-piloto de él, ¿y que te queda?, un robot más, ajeno este a la experiencia, competición, gozo, reto, compañía… que son la salsa de los forofos automovilísticos de hoy en día y de siempre, al igual que los de mi familia y amigos.

Watkins Glen International, New York State, 1975

¿Cuál es tu piloto preferido? ¿Qué piloto español crees que promete más en estos momentos? ¿Ha seguido alguien en tu familia la afición a la competición?

Mi piloto favorito de todos los tiempos es Jim Clark, que desgraciadamente se mató en el circuito de Hockenheim, Alemania, con 32 años; fue uno de mis ‘mentors’ en cuanto a animarme a competir entre los pilotos de la época que como he dicho antes, no les hacía mucha gracia ver a una mujer compitiendo con ellos. Y, Si, todos en mi familia tienen la afición, aunque ya no compiten en carreras, y conducen muy bien, lo cual es para mí motivo de orgullo. La competición automovilística en la actualidad, como otros, casi todos deportes , está reservada para los grandes caudales; el montaje actual, con docenas, o centenas o hasta miles de ‘trabajadores’ por equipo ha desplazado al individuo con su máquina, su buen mecanismo y su gran valentía, no hay más que presenciar en persona una carrera, la que sea, para comprobar lo que digo, triste, pero como con todo, las cosas cambian y es lo que hay, es lo que siento cuando voy a carreras de Fórmula 1, donde precisamente veo a
Carlos Sainz Jr. por ejemplo, que promete y ojala llegue ya pronto arriba, antes de que Leclerc, Verstappen, Norris… se lo impidan, gran piloto y persona Sainz, al igual que su padre, Carlos Sainz, el mejor piloto de Rallies. No se puede negar el valor como piloto y los triunfos de Fernando Alonso, con sus dos mundiales, su carácter particular y los buenos resultados que ha obtenido en otras competiciones aquí en EE. UU. en los dos últimos años. Pero hoy por hoy, Hamilton y Mercedes se comen todo y a todos, y mi piloto favorito es Rosberg seguido de Ricciardo y Vettel.

Como en otros campos, la pandemia que vivimos ha tocado fondo también en el mundo del automóvil, desde la suspensión de desfiles de coches como los de Reno y Modesto al requisito de que los pilotos de competición usen el Radar Covid-19 App. ¿Cuáles son tus recomendaciones respecto a la pandemia y al mundo del automóvil?

El mundo del automóvil sobrevivirá a la pandemia, pero con cambios considerables, como en tantas otras empresas y organizaciones. Es lastima la obsesión ‘politiquera’ que se ha incorporado a este y otros deportes, y que solo sirven para estropear más y más lo que debería ser un respiro, distracción de los pesares y problemas diarios cuando vamos al circuito, el campo de futbol o la cancha. Por ahora, por ejemplo, y como dices, se han suspendido los desfiles y festejos de automóviles que unían en alegría común a cientos de miles de espectadores y sus ciudades, lo cual me causa gran tristeza, no puedo evitarlo. Dejo para los expertos doctores las recomendaciones en las que tampoco se han puesto de acuerdo aún.

¿Cómo se compara tu libro de memorias Una carrera más por ganar (2017) con la carrera que se vive actualmente para encontrar la vacuna?

La vida es una carrera que empieza al nacer y termina con el ‘adiós final’, como el de Bob hace pocos días. Vivir es luchar, adelantar, retroceder, sustos, alegrías, metas que se alcanzan y otras donde te quedas tirada o en la cuneta, todo ello es y son carreras, es la vida, ¡VIVIR!, a veces contra reloj, y hasta contra la propia voluntad, porque eres la única al volante.

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Escribiste Una carrera más por ganar frente a las aguas de la bahía de San Felipe en el Golfo de California. ¿Concordaba tu manera de escribir con el paisaje? Ello es, ¿usabas tan solo la pluma o por el contrario escribiste con un ordenador o con una máquina de escribir? ¿Cuál era tu rutina de escritura y cuánto tiempo tardaste en escribir aquellas 500 páginas?

Durante los cientos, miles de kilómetros de caminar en solitario por la costa del Sea of Cortez, con la playa también desierta, con el alma destrozada en espera de que mi hija y mis dos nietos necesitasen mis cuidados mientras el SIDA acababa con ellos, en meses o en años…,como habia acabado con Carlos, su marido y su padre, reflexionaba en lo que había sido mi vida, las muchas vicisitudes incomprensibles para muchos, incluso a ratos para mí misma, hasta que un día me dije ‘porque no las reflejas con papel y pluma, para repasarlas cuando quiera y dejarlas para que los más jóvenes las lean algún día?” Así fue que a la vuelta de una de mis caminatas me senté con mi block amarillo y bolígrafo azul a escribir y lo repetí cada día durante meses, no recuerdo cuantos. Lo de meterlo en el ordenador vino mucho después.

Presentacion de Memorias “Una Carrera mas por Ganar”, Madrid, 2017

En tu libro de memorias Una Carrera más por Ganar reflexionas que el mensaje subyacente de tu escritura es el de ayudar a los jóvenes para ofrecerles tu “experiencia, hablarles del mundo de la educación, los negocios, del deporte, de las relaciones internacionales y problemas multiculturales globales, encarrilarlos por el camino que elijan, guiarlos y apoyarlos”. ¿Fue esa la única razón que motivó tu escritura?

No fue esa la única razón ni mucho menos, como digo antes, razones eran pocas, era cuestión de sobrevivir emocionalmente a diario lo que podía llegarme cualquier día en cualquier momento, con solo una simple llamada telefonica, y el reflexionar y escribir me ayudaban mucho. Precisamente cuando estaba a punto de finalizarlas y que leía ciertos pasajes de vez en cuando, para mi propia introspección, para ver qué y cómo había hecho con mi vida, pensé que contenía lecciones para los jóvenes de índole personal, familiar, educativo, del mundo del trabajo, del laboral, del político, etc., por eso plasmé ese mensaje, les extendí mi mano y comprensión para cuando me necesitaran.

En la presentación de Una carrera más por ganar, el escritor José Leyva manifestó que durante la lectura de tu libro “el lector sufre, disfruta y comparte sus experiencias como si las viviera con carne propia.” Efectivamente, tu estilo directo y realista contribuye a “revivir” tus aventuras y, por tanto, a crear una gran emoción en el lector. ¿Te creó algún problema el hecho de escribir con nombres y apellidos con objeto de dar veracidad a tus escritos o acaso de denunciar situaciones insostenibles anticipándote de alguna manera al fenómeno del #MeToo?

Fue este uno de los puntos que más dificultaron la escritura de mis memorias. Empecé escribiendo hechos verídicos, asignándoles nombres y lugares ficticios, para no mencionar a nadie en plan negativo, y esto me creo encontronazos una y otra vez conmigo misma y con la narración, porque no había forma de compaginar nada, formaban descripciones esperpénticas, en las que el nombre, el lugar, la fecha, los resultados y consecuencias se entremezclaban en un laberinto incomprensible y sin salida que volverían loco al lector. Intente otros intermedios, ni todo ni nada, el resultado seguía siendo el mismo: ‘esta mujer está loca, no sabe de qué habla”, era la y mi conclusión al leerme. Durante días y días bajaba las hojas escritas a la playa, a mi caminata diaria, y las arrojaba al mar, tenía que encontrar una solución mejor. No la encontré, no existía, si lo que pretendía era relatar lo vivido por mí. Un día por fin, al entrar en casa de la playa me prometí plasmar nombres, hechos, lugares, fechas auténticas, verdaderos y así lo hice, aunque durante muchos días también fue muy penoso, hasta que lo acepte, me acepte y lo finalice por aquel entonces. Y, si me creo problemas, pero como dije y digo a día de hoy, la persona que no esté de acuerdo con mi relato solo tiene que contarlo ‘a su manera’, y Dominus Vobiscum…
Las situaciones insostenibles que pueden tener relación con el #MeToo son las mismas que han sufrido las mujeres desde tiempos inmemorables, ‘it’s the nature of the beast’ que difícilmente va a desaparecer, aparcara latente bajo tierra solamente.

Inicias cada uno de los capítulos de tus memorias con una cita de escritores como Jorge Luis Borges, Torres Villarroel o Albert Camus. ¿Qué obra o que autor te acompañó constantemente durante la escritura y te sirvió de inspiración?

Leí mucho, muchísimo durante aquellos diez años retirada voluntariamente del mundanal ruido; la soledad me acompañaba día y noche, las citas que mencionas y otras que me gustaban en un momento determinado las guardaba para la ocasión propicia en mis memorias. La inspiración me venía simplemente de las olas, la brisa, gaviotas, ballenas, mantas, vaquitas, el sol y la luna, del amanecer y del atardecer más dar gracias a Dios por no haber recibido la llamada…

En Una carrera más por ganar, vas de carrera en carrera, de competición en competición, en las pistas o en la vida ¿Has corrido otras carreras memorables, otras grandes aventuras desde 1998, año en que terminaste el manuscrito de tus memorias?

En realidad, no, no grandes aventuras, tampoco carreras memorables. La Gloria que fue a vivir a México en espera de tragedias anunciadas y que gracias a Dios no ocurrieron -mi yerno Carlos había muerto del SIDA en 2004, año que nos trasladamos a San Felipe- no era la misma que volvió a California en 2003. Nada en mi era ya dictado por la necesidad imperante, ni por la tragedia ni por el deseo de seguir probándome a mí misma que podía hacer esto o lo de más allá. El 9/11 y el 11-M trocaron y consolidaron aún más en mis los dos casi únicos deseos que me alientan: encontrar la serenidad interior y ayudar a los demás, así de sencillo.

¿Cómo contribuyó ALDEEU en la publicación de tu libro? ¿Qué mensaje les comunicarías a los nuevos socios de ALDEEU?


Antonio Román y Román tuvo la gentileza de publicar un escueto y apropiado avance del contenido de mis 500 páginas en Puente Atlántico, que fue el paso definitivo para que mi libro viera la luz al cabo de casi 20 años encerrado en mi caja fuerte del Bank of America.! ¡Gracias Antonio! José Leyva me facilito el encuentro con Huerga y Fierro, la Editora.! ¡Gracias José!
Mi mensaje a los nuevos socios de ALDEEU: somos un nutrido grupo de profesionales españoles que, cada uno en su carrera, han triunfado en este país gracias a su esfuerzo, inteligencia, discreción y humanidad.! ¡Únete a ALDEEU y contribuye a ganar las muchas carreras que la pandemia nos ha puesto en el calendario!
He dicho.

Encuentro Internacional Quinto Centenario – X Asamblea ALDEEU, Puerto Rico